"Es el mejor regalo que me pude haber hecho"

por alex_angelitox10 Dom Ago 01, 2010 6:03 pm

Clemente lo dice por el regreso a Boca justo en su 29º cumpleaños, por volver a encontrarse con su amigo Román y porque extraña mucho la Bombonera. “No era justo que jugara en River”, explica.

Estoy hecho un pibe, je”. Clemente se ríe de sus 29 años. En realidad, tiene muchos más motivos para festejar: mañana, por fin, le pondrá la firma a su segundo retorno a Boca, será su tercera etapa en el club y, encima, por tres años. “Sin dudas, es el mejor regalo que me pude haber hecho”, le dice a Olé , que invade la intimidad de un cumpleaños que esperaba hace mucho tiempo. “Por suerte, esta vez puedo festejarlo en casa, con mis hijas, mi mujer, mi mamá, mis hermanos, mis amigos, todos. Después de tanto tiempo de pasarlo afuera, lo estoy disfrutando como nunca. Y en Boca”, aclara por si hiciera falta describir tanta felicidad. Igual, en medio de la intimidad familiar, se prende en la charla.

-¿Es cierto que te bajaste del avión tres horas antes de irte a Turquía?

-Sí, sí, es así. Fueron tres o cuatro horas, ya no me acuerdo bien. Pero fue así. Dije: “No, no voy”. Y a pesar de que me insistieron, no quería saber nada. En ese momento, decidí que quería volver a Boca.

-Aparte, si te subías al avión, una vez allá, se te iba a hacer más difícil rechazar la oferta...

-Tal cual. En realidad, tenía que ir para Austria, donde el equipo (el Kayserispor turco) estaba haciendo la pretemporada. Me iban a hacer la revisión médica y si les decía que no ahí no sé qué podía pasar. Ya estaba el contrato escrito, los números arreglados, todo para firmar...

-¿Y a partir de ahí se encaminó tu retorno?

-Sí. Enseguida nos comunicamos con Boca y por suerte está todo encaminado para firmar, faltan algunos detalles. Ir a Turquía también se me iba a hacer muy difícil por lo familiar. Era otra vez llevar a todos fuera del país por cuatro años, adaptarse al idioma, al fútbol de allá y encima ir a una ciudad que no era Estambul. Acá hay una realidad, también, y es que yo no tengo el pasaporte comunitario. Entonces, eso no me ayuda para jugar en Italia o en Inglaterra, por ejemplo. Pero Boca es mi casa. Más cómodo que ahí no voy a estar.

-¿Por eso le dijiste que no a River?

-Por respeto, yo tenía que escuchar a Passarella, porque él se había interesado en mí y quería hablarme. Me hizo un ofrecimiento muy bueno, es la verdad. Era muy parecido al de Boca, incluso haciendo una sociedad con el pase. Pero no se llegó a arreglar.

-¿Pesaba tu pasado?

-Claro que pesaba. Porque yo salí de Boca y mi familia es del club. Lo que pasa es que a veces uno tiene que pensar en su familia, porque esto es muy corto, entonces tiene que escuchar todo lo que le proponen. Yo no me perdonaría si el día de mañana a mis hijos les falta algo sabiendo que tuve las posibilidades de darles todo. Sería culpa mía.

-El hincha de Boca no te hubiera perdonado verte con la de River.

-Y… Sin dudas era un problema, algo muy duro. Por eso, no era justo que yo jugara en River. Por eso, decidí jugármela por Boca. Y por suerte los dirigentes también entendieron ese deseo. Faltan algunas cositas, pero ya está todo bien. Espero firmar el lunes (por mañana).

De fondo se escucha el ruido familiar, típico de cualquier cumpleaños. Clemente, se nota, está viviendo el último fin de semana sin la azul y oro. Esta vez, en su tercera etapa, podrá salir a la cancha con su heredero: Cruz, de un año y medio, que nunca lo vio ponerse esa camiseta con la que ganó todo. Clementina, la mayor, de cuatro años, sí tuvo ese privilegio en el 2007. Y luego viene Juana, de tres. Ellos, con su mujer Julieta, completan ese círculo íntimo al que Passarella quería convencer de verlos en la tribuna del Monumental.

-¿Se extraña Boca cuando estás afuera?

-Sí, claro. ¿Y sabés qué es lo que se extraña mucho? La Bombonera. Jugar ahí es realmente impagable. Uno se da cuenta de lo que se disfruta y de lo que se vive en esa cancha cuando se va. Desde el 2007, que me fui, que se me cruza esa imagen.

-¿Vas por tu cuarta Libertadores?

-Jajajaja. Para eso, primero hay que clasificarse.

-Cada vez que estuviste en el club ganaste una.

-Es cierto, la Copa es muy especial para mí. Y también para Boca. Por eso, ojalá podamos ganar el torneo para meternos en la Libertadores. Sería muy lindo jugar y ganar la cuarta Copa en lo personal, aunque no es fácil, eh. Todavía hay mucho por hacer.

-¿Es una presión que el hincha sepa que asegurás el éxito?

-No. En todo caso, es una linda presión. Ojalá pueda seguir ganando cosas con esta camiseta. Volver y salir campeón… La gente de Boca está esperando esto después de un tiempo en el que no salieron las cosas. Pero hay que ir tranquilos y arrancar de cero.

-Está Palermo, con quien compartiste la habitación en el Mundial, y también arregló Riquelme. ¿Te puso contento eso?

-Sí, muy contento. Porque Román quería retirarse en el club y ahora tendrá esa posibilidad. Con él, con Martín, con los que llegaron, hay un gran equipo.

-Riquelme dijo que eras el mejor en tu puesto. ¿Lo dice porque es tu amigo?

-Jajaja, puede ser. Hablé con él y nos pusimos al día. Me pone muy contento saber que voy a volver a jugar con Román y con otros compañeros.

-El esquema de Borghi contempla una línea de tres y a vos te quiere como carrilero. ¿Cómo te ves en esa función?

-Muy bien, porque ya la hice en Estudiantes tanto por derecha como por izquierda. No creo que tenga problemas en adaptarme. Seguramente, cuando empiece a entrenarme en el club, es algo que vamos a ir viendo. Yo lo que quiero es jugar. Y mientras tenga minutos, no hay dramas en jugar en cualquier lado.